Una empresa destaca por el equipo de personas que la gestiona; del cual se desprende el clima, el rendimiento y la proyección del negocio. La motivación como la implicación de los trabajadores no solo se relaciona con el salario sino con el crecimiento personal, las funciones laborales, la relación con los compañeros de trabajo y la visión empresarial.
El “buen” trabajador es aquel que no solo se beneficia de sí mismo, sino que piensa con el bien de la empresa, procurando por la continuidad y el desarrollo del negocio.
En cambio, el “mal” trabajador es aquel que no participa, habla mal de los compañeros como de la empresa, no muestra interés por el puesto de trabajo ni por el trabajo bien hecho y se queja del salario sin aportar valor laboral ni ampliar sus tareas de trabajo.
Los aspectos que más valoran los trabajadores en el trabajo son: el reconocimiento de su trabajo por parte de los responsables, compaginar la vida laboral con la personal, trabajar en equipo con las personas que los rodean, que se respete el horario de trabajo, que haya posibilidad de crecer, que tengan hitos de acuerdo con sus competencias y que su responsable directo sea una persona de referencia de quién aprender.
Los directivos tienen que detectar el perfil de los profesionales de su equipo y trabajar con cada uno de ellos según corresponda, diseñando un plan laboral para las personas que aportan valor añadido y crear un buen grupo de trabajadores, llevando a cabo las medidas oportunas.
En cambio, el “mal” trabajador es aquel que no participa, habla mal de los compañeros como de la empresa, no muestra interés por el puesto de trabajo ni por el trabajo bien hecho y se queja del salario sin aportar valor laboral ni ampliar sus tareas de trabajo.
Los aspectos que más valoran los trabajadores en el trabajo son: el reconocimiento de su trabajo por parte de los responsables, compaginar la vida laboral con la personal, trabajar en equipo con las personas que los rodean, que se respete el horario de trabajo, que haya posibilidad de crecer, que tengan hitos de acuerdo con sus competencias y que su responsable directo sea una persona de referencia de quién aprender.
Los directivos tienen que detectar el perfil de los profesionales de su equipo y trabajar con cada uno de ellos según corresponda, diseñando un plan laboral para las personas que aportan valor añadido y crear un buen grupo de trabajadores, llevando a cabo las medidas oportunas.