¿En qué momento dejamos de jugar? Pasan los años y las responsabilidades se apoderan del día a día. Hay quien a este proceso lo llama madurar, quien lo considera un paso natural de la vida, ¿pero quién dice que el juego no sea compatible con nuestras responsabilidades? ¿Y con nuestro trabajo?
¿En qué momento dejamos de jugar? Pasan los años y las responsabilidades se apoderan del día a día. Hay quien a este proceso lo llama madurar, quien lo considera un paso natural de la vida, ¿pero quién dice que el juego no sea compatible con nuestras responsabilidades? ¿Y con nuestro trabajo?
La gamificación pretende dar respuesta a esta misma problemática. Consiste en aplicar mecánicas y dinámicas propias de los juegos en el ámbito educativo y laboral por tal de propiciar y incrementar la participación y motivación de los trabajadores.
Con esta técnica se consigue convertir en juego todo aquello que, inicialmente, no lo era. Todas estas tareas tediosas que, por su monotonía, se habían vuelto aburridas, de repente adquieren una nueva dimensión gracias a la gamificación.
Establecer rankings, definir sistemas de puntación, dar premios a los ganadores… son recursos que están a nuestro alcance para que los empleados obtengan un reconocimiento público de aquello que, antes, pasaba desapercibido.
Los profesionales de la selección de personal te ayudarán a profundizar en este ámbito con nuevas técnicas para incrementar la productividad y mejorar la relación entre trabajadores.
De este modo, no solo mejorará el rendimiento de los empleados, sino que también facilitará llevar un control de la evolución y de los ritmos de producción de la empresa.
Reforzar el espíritu competitivo inherente de las personas, pues, puede ser una herramienta de gran ayuda para empoderar a los trabajadores y dar un salto de calidad a la empresa mejorando los resultados.
La gamificación pretende dar respuesta a esta misma problemática. Consiste en aplicar mecánicas y dinámicas propias de los juegos en el ámbito educativo y laboral por tal de propiciar y incrementar la participación y motivación de los trabajadores.
Con esta técnica se consigue convertir en juego todo aquello que, inicialmente, no lo era. Todas estas tareas tediosas que, por su monotonía, se habían vuelto aburridas, de repente adquieren una nueva dimensión gracias a la gamificación.
Establecer rankings, definir sistemas de puntación, dar premios a los ganadores… son recursos que están a nuestro alcance para que los empleados obtengan un reconocimiento público de aquello que, antes, pasaba desapercibido.
Los profesionales de la selección de personal te ayudarán a profundizar en este ámbito con nuevas técnicas para incrementar la productividad y mejorar la relación entre trabajadores.
De este modo, no solo mejorará el rendimiento de los empleados, sino que también facilitará llevar un control de la evolución y de los ritmos de producción de la empresa.
Reforzar el espíritu competitivo inherente de las personas, pues, puede ser una herramienta de gran ayuda para empoderar a los trabajadores y dar un salto de calidad a la empresa mejorando los resultados.