Las personas son más productivas cuando están en “estado de flow”. La psicología positiva equipara este estado de felicidad con el hecho que cuando una persona está involucrada con una tarea pierde la noción del tiempo y se olvida del cansancio como de todo el que lo rodea, excepto de la actividad que está realizando.
Cuando la concentración al trabajo aumenta y la desconexión con todo lo demás se eleva el rendimiento de la persona mejora, como la calidad y la productividad en la ejecución de la tarea. Para que un trabajador esté feliz y tenga flow hay que motivarlo, definir unos objetivos claros y accesibles como también reconocer los logros, procurando un buen clima laboral.
Este debe estar ubicado en el puesto de trabajo adecuado a las funciones a realizar de acuerdo a sus conocimientos, experiencias, competencias y capacidades. Si la empresa no atiene y gestiona las personas correctamente, estas no resolverán el trabajo y no tendrán ganas de ir a trabajar, provocando un efecto negativo en la organización.
El trabajador feliz se tiene que alejar de la incertidumbre, le hace falta seguridad y confianza para mantener el vínculo de pertenencia a la empresa, a la vez que se le debe mantener informado de las buenas y malas noticias para desmentir la rumorología. También se le debe dar responsabilidades para aumentar su autoestima, hecho que se relacionará con su desarrollo a la empresa, con un trabajo flexible que modele la conciliación con el compromiso por el trabajo. Y, por último, la compensación económica tiene que ser equitativa y justa con el reconocimiento público para potenciar la competitividad y la colaboración.
Este debe estar ubicado en el puesto de trabajo adecuado a las funciones a realizar de acuerdo a sus conocimientos, experiencias, competencias y capacidades. Si la empresa no atiene y gestiona las personas correctamente, estas no resolverán el trabajo y no tendrán ganas de ir a trabajar, provocando un efecto negativo en la organización.
El trabajador feliz se tiene que alejar de la incertidumbre, le hace falta seguridad y confianza para mantener el vínculo de pertenencia a la empresa, a la vez que se le debe mantener informado de las buenas y malas noticias para desmentir la rumorología. También se le debe dar responsabilidades para aumentar su autoestima, hecho que se relacionará con su desarrollo a la empresa, con un trabajo flexible que modele la conciliación con el compromiso por el trabajo. Y, por último, la compensación económica tiene que ser equitativa y justa con el reconocimiento público para potenciar la competitividad y la colaboración.