Son muchos los sectores y los tipos de mercado en los cuales trabajan las empresas y la realidad actual nos orienta a la transformación digital, independientemente de la línea de negocio.
Las organizaciones se deben enfocar a las nuevas tecnologías para mejorar la productividad y la competitividad. Las empresas dudan por desconocimiento y los cambios constantes que rodean la gestión. La clave es salir de la zona de confort y renovar los procesos empresariales, tomando conciencia de la evolución.
Los primeros pasos para avanzar son:
1. La base tecnológica es disponer externamente de un espacio web que muestre los productos y servicios, e internamente tener una buena base de datos (CRM) con la información de la empresa. Más adelante ya se crecerá en reconocimiento de marca, con presencia online y en las redes sociales; según el público objetivo para acceder a los clientes.
2. Las personas del equipo de trabajo que forman la empresa tienen que disponer de competencias tecnológicas, con una clara orientación al cliente y una comunicación efectiva.
3. La cultura de la empresa se debe orientar a la innovación y al desarrollo de marca, para involucrar con procedimientos corporativos a todos los departamentos.
4. El objetivo empresarial debe ser trabajar continuamente con una visión estratégica, para crear mejoras en este entorno incierto.
Como continuación, hay que diseñar un proyecto que englobe el ciclo del cliente, un sistema de indicadores para medir los resultados, un plan de acción para resolver las posibles desviaciones y crear una planificación con trayectoria de futuro.
Los primeros pasos para avanzar son:
1. La base tecnológica es disponer externamente de un espacio web que muestre los productos y servicios, e internamente tener una buena base de datos (CRM) con la información de la empresa. Más adelante ya se crecerá en reconocimiento de marca, con presencia online y en las redes sociales; según el público objetivo para acceder a los clientes.
2. Las personas del equipo de trabajo que forman la empresa tienen que disponer de competencias tecnológicas, con una clara orientación al cliente y una comunicación efectiva.
3. La cultura de la empresa se debe orientar a la innovación y al desarrollo de marca, para involucrar con procedimientos corporativos a todos los departamentos.
4. El objetivo empresarial debe ser trabajar continuamente con una visión estratégica, para crear mejoras en este entorno incierto.
Como continuación, hay que diseñar un proyecto que englobe el ciclo del cliente, un sistema de indicadores para medir los resultados, un plan de acción para resolver las posibles desviaciones y crear una planificación con trayectoria de futuro.